Cuando la esperanza vive en un corazón, no importa la especie a la que pertenezcas.
Bruno vivia en la calle junto con otros perros, su estado de salud era crítico, una de sus patas estaba rota y se había soldado mal, lo que significaba que habría que operarsela para que soldara bien. Justo cuando cualquiera ser ya no vería nada más , él vió un rayo de esperanza cuando un corazón noble decidió rescatarlo y ayudarle a encontrar su segunda oportunidad. Actualmente vive en un refugio donde tiene los mejores cuidados, y eso se nota en la felicidad que generan sus ojos y el zarandeo de su cola. Ahora sólo vive para conseguir esa oportunidad que se merece.